miércoles, 7 de mayo de 2008

Objeciones frecuentes a la misa tradicional (I)

Hace unos días se ha publicado un escrito de Mark Francis, superior de los clérigos de San Viator-al que se puede ver en la foto rodeado de su consejo general- en el cual hace una dura crítica a la publicación del Motu Proprio Summorum Pontificum, al hilo de la cual desarrollaba una serie de comentarios adversos a la Misa tradicional. El hecho adquiere mayor relevancia si cabe por el hecho de que el P. Francis es profesor en el Instituto Anselmiano de Roma. Emplearemos sus argumentos como conducto para mostrar las habituales objeciones litúrgicas a la Misa tradicional y de cómo estas carecen de fundamento.
Por lo general, las objeciones que se hacen vienen derivadas de medias verdades acerca del rito tradicional, basadas en tópicos que no son contrastados con el mismo rito; ello produce que quienes escuchan tales críticas al carecer de medios para contrastar la veracidad de tales objeciones aprehenden el tópico sin profundizar más. Uno de los argumentos que el P. Francis esgrime frente a la Misa tradicional es su "pobre pneumatología". Sus palabras son las siguientes :" Más allá de los problemas de eclesiología del rito tridentino, nos choca otra debilidad, es la pobreza de su pneumatología (la teología del Espíritu Santo). La fe que la Iglesia expresa en su liturgia es una fe en Dios trino. Rogamos al Padre, con el Hijo, en el Espíritu Santo. Desafío a encontrar, en el Misal de Pío V, un epiclesis (una invocación al Espíritu Santo sobre las ofrendas y los fieles), que las Iglesias como en Oriente que en Occidente consideran un elemento teológico importante para una Oración eucarística completa."
Evidentemente el P. Francis no ha perdido el tiempo revisando el ordinario de la Misa tradicional, pues descubriría muy a su pesar que esto es una media verdad, que es la mayor de las mentiras. Desde un punto meramente cuantitativo, en el ordinario de la Misa tradicional se menciona explícitamente al Espíritu Santo nada menos que en dieciséis ocasiones. Esto en cuanto a su presencia en el ordinario de la Misa. El problema aquí es que este tipo de liturgistas utilizan una doble vara de medida cuando se trata de estudiar el rito romano tradicional y cualquier otro rito. Cuando se trata de estudiar cualquier otro rito, no se fijan en las rúbricas, sino en el "sentido general del rito" .En cambio cuando se trata de estudiar el rito tradicional se dedican a descontextualizar ciertas rúbricas. Porque si se trata del sentido general del rito, cada acción sagrada del rito tradicional está orientada a la adoración de la Santísima Trinidad en sus tres personas. Así, a esas menciones explícitas al Espíritu Santo, habría que añadir los tres kyries que se refieren a esta persona divina, en donde la repetición ternaria habla de una invocación a la Santísima Trinidad en sus tres personas. Esta mención a las tres personas de la Santísima Trinidad también está presente en las bendiciones sobre la oblata que se hacen en grupos de tres, en referencia a las tres personas de la Santísima Trinidad. Asimismo, en el Gloria y en el Credo el rito romano tradicional presribe que la mención del Espíritu Santo vaya acompañada siempre de inclinación de cabeza y de hombros, con el mismo sentido de adoración que acompaña a la mención de las restantes personas divinas.
La objeción planteada por el P. Francis no es nueva y es la referida a la presencia del Espíritu Santo en el canon de la misma. Es una objeción que procede del poco rigor teológico de desconocer y desdeñar el sentido general de este rito así como las explicaciones que acerca de la liturgia romana ha dado la tradición de la Iglesia. Aparte de lo mencionado más arriba acerca del trazado en grupos de tres de la señal de la cruz sobre la oblata,en el canon existen dos invocaciones implícitas al Espíritu Santo: en el hanc igitur, momento en que el sacerdote extiende las manos sobre la oblata, y después de la consagración en el Supplices te rogamus, momentos en que la tradición de la Iglesia ha contemplado siempre esa invocación implícita a la tercera persona de la Santísima Trinidad.

No hay comentarios:

Archives