sábado, 13 de septiembre de 2008

Este domingo: LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ


Esta fiesta antiquísima tuvo su origen en 335, al ser dedicada en este día la Basílica constantiniana del Calvario y del Santo Sepulcro. Más tarde, Heraclio reconquistó la Ciudad Santa, ocupada por los persas, y quiso llevar la Cruz a cuestas hasta la cima del Calvario, sin despojarse de sus vestiduras regias. Una fuerza invisible parecía detenerle, cuando el Obispo de Jerusalén le amonestó con estas palabras: "Mirad que con este traje de fausto no imitáis bien la pobreza de Jesucristo". Se despojó Heraclio de sus vestiduras y se echó encima un manto raído; después de lo cual, llegó sin dificultad hasta el sitio de la crucifixión.
El INTROITO canta los triunfos de la cruz, que es nuestra salvación, vida y resurrección, de los cuales es la Misa la renovación y continuación perenne, por el recuerdo de los efectos.
Introito (Gal. 6). A nosotros nos conviene gloriarnos en la cruz de Nuestro Señor Jesucristo, en el cual está la salvación, la vida y la resurrección, por el cual hemos sido salvados y liberados. (Ps. 66) Dios se apiade de nosotros y nos bendiga; haga resplandecer sobre nosotros su rostro, y nos mire con benignidad. - Gloria.
Oración: Oh Dios, que nos alegras todos los años en este día con la solemnidad de la Exaltación de la Santa Cruz; te pedimos nos condedas que, habiendo profesado el la tierra el misterio de la cruz, alcancemos en el cielo el premio de la redención.
En la EPISTOLA nos dice que debemos tener los mismos sentimientos que Jesucristo, y nos presenta al Redentor, que oculta su grandeza divina, tomando vestidura de siervo y obedeciendo al Padre hasta morir con la muerte más ignominiosa y cruel. Pero a las humillaciones sigue el triunfo de la Resurrección.
Epístola (Fil. 2, 5-11): Hermanos: Abundad en los mismos sentimientos que los de Jesucristo: el cual, teniendo la naturaleza de Dios, no tuvo por usurpación al ser igual a Dios: no obstante se anonadó a sí mismo, tomando la forma de siervo, hecho semejante a los demás hombres y reducido a la condición de hombre. Se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de Cruz. Por lo cual, también Dios le ensalzó, y le dió un nombre sobre todo nombre, a fin de que al nombre de Jesús se doble toda rodilla (aquí se hace genuflexión) en el cielo y en la tierra y en los infiernos: y toda lengua proclame que el Señor Jesucristo está en la gloria de Dios Padre.
Gradual (Fil.2): Cristo se ha hecho obediente por nosotros hasta la muerte, y muerte de Cruz.- Por lo cual, también Dios le ensalzó y le dio un nombre sobre todo nombre.
Aleluya, aleluya.¡ Oh dulce leño, dulces clavos que sostuvisteis tan digno peso! que fuisteis solos dignos de llevar al Rey y Señor de los cielos. Aleluya.
El EVANGELIO , fragmento de la lectura evangélica del sábado de la Semana de Pasión, contiene las palabras de Cristo profetizando su muerte en la Cruz y la atracción desde allí de toda la humanidad.
Evangelio (Jn., 12, 31-36): En aquel tiempo: Dijo Jesús a sus discípulos: Ahora mismo va a ser juzgado el mundo; ahora el príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea levantado sobre la tierra, todo lo atraeré a mi. Eso lo decía para significar de qué muerte había de morir. Le replicó la gente;Nosotros sabemos por la Ley que el Cristo debe vivir eternamente. ¿Cómo dices pues, tú que debe ser levantado en alto, o crucificado, el Hijo del hombre? ¿Quién es ese Hijo del Hombre? Les respondió Jesús: La luz aún está entre vosotros por un poco de tiempo; caminad pues, mientras tenéis luz, para que las tinieblas no os sorprendan; que quien anda en tinieblas no sabe dónde va. Mientras tenéis luz, creed en la luz, para que seáis hijos de la luz.
Ofertorio: Protege, Señor, a tu pueblo por la señal de la Santa Cruz contra las asechanzas de todos los enemigos; para que nuestros obsequios te sean gratos, y nuestro sacrificio aceptable. Aleluya.
Secreta: Te rogamos, Señor y Dios nuestro, los que vamos a ser alimentados con el Cuerpo y Sangre de nuestro Señor Jesucristo, que santificó el estandarte de la Cruz, que así como hemos podido adorarle en esta vida, lleguemos también algún día a gozar de su gloria eternamente.
Comunión: Por la señal de la Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro.
Poscomunión: Asístenos, Señor y Dios nuestro; y a los que proporcionas el gozo de honrar la Santa Cruz, protégelos perfectamente con tu auxilio. Por N.S.J.C...

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