El cardenal Darío Castrillón Hoyos, presidente de la Pontifica Comisión Ecclesia Dei, ha hecho unas interesantísimas declaraciones en la introducción del dvd realizado por la Fraternidad de San Pedro orientado a sacerdotes y seminaristas para la instrucción práctica relativa a la celebración del rito romano tradicional. En la introducción del mismo dvd (del cual se pueden ver algunos extractos en http://www.fsspdvd.com/) el Cardenal Castrillón hace unas importantes matizaciones que quizás nos puedan servir de claves para el futuro documento aclarativo sobre el motu proprio que la Santa Sede está preparando:
"De muchas partes de la Iglesia llega la pregunta ¿Qué es el motu proprio Summorum Pontificum? ¿Qué quiere conseguir el Papa al promulgar espontáneamente, de su propia voluntad esta ley universal que es el motu proprio Summorum Pontificum?
La Iglesia por más de mil años ha celebrado el rito que ha sido llamado la Misa de San Pio V. Este rito trajo unidad a la fe y llego a ser la forma singular por la cual la Iglesia adoraba a Dios, repitiendo en el altar, de una manera incruenta el Sacrificio de la Cruz. Nuestra fe católica enseña que la Santa Misa es el sacrificio de la cruz.
El antiguo rito mantiene el silencio sacro, la contemplación y aún más, al mismo tiempo hace presente al Señor Jesús en una rica expresión litúrgica como el triunfador sobre la muerte y el pecado. Es por esto que el Santo Padre ofrece no en una forma obligatoria, pero aún ofrece a toda la Iglesia este tesoro del rito anterior para que la Iglesia sea santificada así. Y todo esta riqueza litúrgica, toda esta riqueza espiritual y todas las oraciones tan bien preservadas por siglos, todo esto es ofrecido para todos como un regalo. No es un regalo para los así llamados tradicionalistas, no, sino es una regalo para toda la iglesia católica y porque es un regalo ofrecido libremente que el Santo Padre ha hecho, el la ha hecho para todos por medio de la maravillosa estructura de la Iglesia, que son las parroquias, los sacerdotes y los capellanes y las capillas donde la eucaristía es celebrada, y ellos, por la voluntad del vicario de Cristo, deben aceptar las petición y requerimientos de los fieles que quieren esta misa y deben ofrecérselas y aunque esta no sea específicamente solicitada o requerida, ellos deben de hacerla accesible para que todos tengan acceso a este tesoro de la antigua liturgia de la Iglesia. Este es el principal objetivo del Motu Proprio, la riqueza espiritual y teológica.
El Santo Padre quiere que esta forma de la Misa se convierta en una forma normal en las parroquias y que de esta manera las comunidades jóvenes se familiaricen también con este rito."
(los subrayados son nuestros)
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